Hoy vamos a hacer una comparativa de txakoli, vamos a ver las diferencias entre dos vinos muy buenos de denominación de origen Getariako Txakolina: Hiruzta Txakoli y Txakoli Katxiña. Son dos txacoli jóvenes de la añada 2019 sin crianza.
Por un lado tenemos Hiruzta Txakolí, con un 95% Hondarrabi Zuri, que es la variedad de esta zona, y 5% Gros Manseng. Por otro lado tenemos Txakoli Katxiña que es un 100% Hondarrabi Zuri.
Antes de comenzar con la comparativa de txakoli, queremos aclarar que estos dos vinos son perfectos para esta época del año porque son muy frescos, son ideales para tomar a la orilla del mar, por ejemplo. Si eres un aficionado o te interesa el txakolí, sabrás que hay mucha controversia sobre si se escancia o no en vaso ancho. Cada bodega tiene su recomendación, nosotros lo dejamos a tu gusto.
Ahora sí, ¡Vamos con la comparativa de txakoli!
De un primer vistazo, el vino joven Txakoli Katxiña parece que tiene un poco más de carbónico. Los de Getaria suelen tener algo más de carbónico y, por eso, es recomendable romperlos un poco al servir. Los txakolis procedentes de otras zonas como Bizkaia o Álava no suelen tener este carbónico.
Hiruzta Txakoli
Es un vino de intensidad media, muy floral con un toque mayor de fruta blanca, como puede ser la manzana, por ejemplo. Se puede mencionar que tiene un toque cítrico, pero muy en el fondo, es sobre todo fruta blanca y flores. En boca se puede apreciar una alta acidez como es normal en este tipo de vinos, la fruta blanca se percibe también en boca, tiene poco cuerpo, es un vino ligero y fácil de beber. Tiene una persistencia media, lo que queda al final sobre todo es la acidez y la fruta blanca. Es un buen txakolí, el típico de toda la vida.
Txakoli Katxiña
Es un vino de intensidad media, como el anterior. En Txakolí Katxiña destacan más las flores que en Hiruzta y tiene, como el anterior, un fondo de fruta blanca, aunque no tan presente. Ambos tienen una nariz muy similar, en Txakolí Katxiña destacan más las flores y en Hiruzta Txakolí más la fruta blanca.
En boca se aprecia menos acidez que en el vino anterior y se nota más el carbónico en boca. También tiene poco cuerpo, en boca resulta un poco más cítrico que el Hiruzta y tiene menos persistencia.
Lugares y momentos perfectos para un txakoli.
Éstos son dos txakolís jóvenes muy apropiados para esta época del año, lo cierto es que ambos están muy buenos. Una botella o dos, dependiendo de las personas que se reúnan, acompañado de quesos, por ejemplo, mientras la barbacoa se hace es un plan perfecto.
También son vinos ideales para tomar en cualquier restaurante a la orilla del mar. En Getaria, por ejemplo, hay restaurantes en los que sirven pescados riquísimos durante todo el año. Sí es cierto que con los días de sol esas maravillosas vistas con un txakoli se disfrutan más.
¡De pintxos! Esta es otra ocasión perfecta para disfrutar de un buen txakoli, un tradición en el norte. También es verdad que un tbuen xakoli frío entra en cualquier momento, sobre todo con este calor.
Vinos versátiles y ligeros
En esta comparativa de txakoli hablamos de vinos versátiles, ligeros. No debemos temer que la potencia del vino vaya a apagar la comida, todo lo contrario, al ser tan ligeros no se sobreponerse al sabor de la comida. Sí hay que tener cuidado con comidas muy contundentes, porque lo que sí que puede pasar es que la comida nos apague el vino.
Para aquellos que prefieren vinos más tranquilos, es más recomendable el Hiruzta txakoli, porque, como hemos mencionado anteriormente, tiene menos carbónico. La relación calidad-precio de ambos vinos es muy buena.